Sin saber nada aún
Cap 40
A la mañana siguiente se sintió bastante desorientado al despertar, poco a poco recordó que estaba en la casa de los amigos que lo habían encontrado, no tenía mucho tiempo de haber abierto los ojos, cuando tocaron a su puerta, luego una hermosa cara asomó saludando con una bella sonrisa.
— Buenos días, espero hayas dormido bien, te traje un rico desayuno para que inicies el día con mucha energía— dijo la chica.
Colocó una bandeja con varios panqueques y mucha mermelada de frutas, también jugo de naranja y un buen café humeante.
Él le sonrió y respondió:
— ¡Ah caray, esto si que no me lo esperaba! ¡Todo se ve muy delicioso! Por favor de las gracias a tu padre por ser tan excelente anfitrión.
Ella se sentó al borde de la cama y dijo:
— Realmente fue mi iniciativa traer algo de comer, espero que sea de tu agrado.
— ¿Tú cocinaste todo ésto, para mí?— preguntó Evan con sorpresa— ¡Eres muy generosa, muchas gracias!
— No tienes porque darlas, eres nuestro invitado