*—Max:
Cuando Antonella se fue, Max esperó unos segundos antes de volverse hacia Chris. Había algo que tenía en mente desde la primera vez y también algunas cosas que habían estado ocurriendo últimamente en el trabajo. Su hermano estaba sonriente, mirando hacia la puerta, y algo en su expresión le indicó a Max lo que podía estar pasando.
—Fuiste tú, ¿verdad? —preguntó Max, refiriéndose a los recientes errores de Antonella.
—¿Qué fui yo? —Chris se hizo el desentendido, pero Max suspiró.
—Las reuniones cambiadas de horario y canceladas con grandes clientes e inversionistas, ¿te suena? —sugirió Max, logrando que Chris sonriera maliciosamente. Max maldijo en voz baja. No le sorprendía en lo absoluto.
Sabía que Chris no la quería allí, porque detestaba a los McKay. Ver a cualquier miembro de esa familia lo ponía de mal humor y, claramente, hacía todo lo posible para que Antonella no durará en su puesto, pero hacerlo de esta manera perjudicaba a la empresa. Ahora tendría que encargarse él m