Tres semanas después.
Álvaro y Alondra se encontraban en el aeropuerto Internacional Benito Juárez, de la ciudad de México esperando el regreso de Doña Ofe quien había cumplido su promesa de llevar a Disneyland, en Orlando, Florida a Paula María, pero no solo eso logró, sino que pudo viajar también con Oscarito.
Mientras el matrimonio había viajado a París, Francia para disfrutar de su luna de miel, la abuela aprovechó para vacacionar.
Luego de media hora de esperar en la terminal 2, en la sala de espera, observaron caminar a Doña Ofe con ambos niños, por el control de acces, sonrieron al ver que ya los esperaban
— ¡Volvimos! —la voz de Paula María, se escuchó luego de pasar por los trámites migratorios.
— ¿Cómo les fue? —Álvaro cuestionó con emoción, recibiendo entre sus brazos a su hija.
—De maravilla mijo, pero no te mides. Mira
Oficialmente cerramos esta historia, que adoro. Gracias por llegar hasta aquí y dejarme tus bellos comentarios. Creo en los finales felices, pero también en que todos somos responsables de nuestras acciones. No olvides dejar tus comentarios en la reseña. Saludos con cariño.