Seguimos de camino al almuerzo familiar, y Diego no deja de mirarme mientras conduzco ― Ahora, hay ciertas cosas que debo contarte de mi familia para que estés prevenido.― Le informo.
― Dale, te escucho.― Me dice.
― La reunión es familiar, así que no esperes 3 personas, seremos más o menos como unos 50. Vinieron mis primos de Sonora, Ciudad de México, Arizona y probablemente algunos de Chicago así que no te espantes si ves a tanta gente.―
― ¿50? ― me dice sorprendido.
― Así es, ahora mi familia cercana, la que veo a cada rato, son mis tíos los hermanos de mi papá y a mi tía María Luisa que es la hermana de mi mamá. Estarán mis hermanos.