Días después Valentina estaba más tranquila, porque su hermano había sido dado de alta. Alessandro no solo había puesto varios hombre para protegerla a ella, sino que también puso a varios hombres para la seguridad de Antonio. Y al llegar a casa de Alessandro para tener aquella conversación pendiente, se sorprendió cuando él se le adelantó y le dijo que después de lo que había pasado no podía perder un minuto dejando que Carlo siguiera tramando más cosas.
—Haré lo que debo hacer para ponerte a salvo y mantener la paz.
—Pero es peligroso—dijo ella asustada.
—Es más peligro dejarlo creer que tiene el poder, amor. Hay que enfrentarlo y terminar con él.
—Por favor, no más asesinatos.
—Valentina, haré lo que tenga que hacer—di