Frente al espejo de la habitación del lujoso hotel se encontraba Deborah y detrás de ella estaba Menzies subiéndole el cierre del vestido strapless, largo, ajustado y tornasol que lucía.
_ Me alegra poder detallarte mejor, apenas pude verte en la tienda.
_ ¿Te gusta lo que ves? -le sonrió con picardía.
_ Sí, es que no importa el traje, siempre luces perfecta.
_ Aún así, es muy costoso.
_ Eso no importa, no es como si hubiese tenido problemas para pagarlo.
_ Ustedes los adinerados, son aterradores con estos gastos exorbitantes -suspiró.
_ Lo realmente aterrador, es tener que preocuparse por los precios. El traje de Ivonne fue muc