-Corre- oía decir a su espalda- escapa- la persona que amaba estaba en el suelo chorreando sangre y empujaba su cuerpo con la poca fuerza que le quedaba- Esto fue un error, por favor sálvate- Un buche de sangre lo atraganto para después ponerse sus ojos en blanco y caer sin vida.
Una dolorosa pulsada la recorrió ante la pérdida. No, no podía estar muerto.
El sonido de tres hombres vestidos de negro se hizo audible y ella se giró mostrando sus colmillos y su rabia incontenida. Se abalanzó hacia ellos enfrentándolos, llegando al cuello del primero y destrozándolo en el acto. Pero no era suficiente. Nada podía aplacar el dolor pulsante en su pecho.
Miró al otro hombre que corría hacia ella y arremet