Capítulo 134. La sombra de la desconfianza
En el camarote principal del yate Irina y Alex discutían, los niños llenos de adrenalina y cargados de azúcar en sus sistemas, habían tardado horas en dormirse. Finalmente Irina y Alex podían expresar la preocupación que sienten.
Alex caminaba de un lado a otro, su cuerpo reflejaba tensión contenida, su mente dividida entre la urgencia de volver y la responsabilidad que tenía frente a Irina y los niños.
—Tengo que ir —afirmó, su voz firme, pero controlada—. No puedo quedarme aquí mientras Richard lucha por su vida.
Irina apretó los labios, sus ojos fijos en él.
—Alex, la amenaza más grande es en contra de mi madre, también quiero regresar.
—No solo a tu madre quieren, tú eres el premio, la hija de la traición, yo el jefe de la Legión Azul en América, y tenemos dos pequeños, es demasiado tentador atacarnos a nosotros. Y no podría vivir si algo le pasa a ti o a mis hijos.
—No podemos seguir corriendo, Alex —susurró—. Tenemos que enfrentar las cosas —Irina puso las mano