Mundo ficciónIniciar sesiónInstinto De Protección
Damian se puso un pantalón de buzo y salió al pasillo para ir al departamento contiguo donde los hermanos y Sasha dormían.
De pie, descalzo en el corredor tenuemente iluminado por las luces de descanso y semidesnudo, se dijo a si mismo que haría una puerta de comunicación interna para ir de un lugar a otro en vez de estar pasado como un cachorro esperando que le abrieran la puerta.
El hombre golpeó con fuerza, casi sin pensarlo. No le abrían. Necesitaba a alguien que le diera respuestas, alguien que entendiera más que él sobre lo que estaba sucediendo. La puerta se abrió con rapidez y allí estaba Roman, parado en el umbral con solo un bóxer humano sujeto a sus caderas y el cabello revuelto por el descanso.
Roman, aparentemente sin la mínima intención de ocultar su desconcierto, alzó las cejas y miró







