-Ve a preparar un par de maletas mientras hablo con el señor Patrick. Tiene asuntos que atender en Australia, así que te irás de inmediato -dijo Damian, despidiéndola de la habitación como si el trato ya estuviera cerrado.
Erick se tensó, esperando su reacción. Sabía que no se iría de esa casa sin ella. Era un misterio que tenía que resolver. Su atención estaba pasando de la venganza al deseo, lo cual no le gustaba, pero sabía que ella consumiría sus pensamientos si se marchaba en ese momento. Una vez que se proponía algo, tenía que llevarlo a cabo. De lo contrario, se convertiría en una obsesión.
"Yo... no he decidido si aceptaré el trabajo", protestó.
-Sería una tontería no hacerlo -dijo Damian con desdén-. Nos ocuparemos de todos los pequeños detalles. Ahora puedes marcharte.
La irritación de Erick hacia Damian estaba en su punto más alto y estaba a punto de decirle algo hasta que Lara se levantó lentamente del sofá, levantó la cabeza y salió de la habitación.
Su padre básicamente