"¿Por qué la gente decide repetir esto una y otra vez? No entiendo cómo pueden soportarlo", dijo Lara en voz baja, con el cuerpo casi entumecido. No había visto a Erick en dos semanas. La primera semana había llorado tanto que su cara parecía la de un Oompa Loompa blanco de Charlie y la fábrica de chocolate.
Por fin, las lágrimas cesaron y, afortunadamente, se apoderó de ella una profunda sensación de entumecimiento. No sonrió ni lloró, simplemente existió.
''Te prometo que mejorará. Sé que esta respuesta es horrible, pero dale tiempo. Ya verás. Pero sabes qué, si se mantiene alejado, es que no te merece porque es un tonto. No renuncies al amor. La gente se enamora una y otra vez porque estamos destinados a estar con alguien, a tener un final feliz. No somos criaturas solitarias. Necesitamos un compañero, alguien que nos cuide. Lo tendrás, ya sea con Erick o con otro chico muy afortunado. Quien te gane, se habrá ganado la lotería -dijo Britanny.''
-Tienes que decirlo, Britanny. Gracia