Volver a Dublín fue un poco más aburrido de lo que pensó.

Al bajar del avión, Brianna se dio cuenta de que tenía algunos mensajes pendientes, y le dio curiosidad ver uno de parte de Conor, pero lo dejó para más tarde.

—Voy a aceptar el proyecto de los Bright —dijo Kane de repente mientras iban en el auto, con Nino al volante.

—¿En serio? ¿Acaso es por…?

—No —interrumpió él, que iba a un lado en la parte trasera, con Evan a su lado—, bueno, sí, mentiría si dijera que lo que averiguaste no tiene algo que ver, pero viendo las proyecciones del terreno… es algo que quiero hacer. Hace mucho que no me encargo personalmente de un proyecto, y será difícil. Pero quiero hacerlo.

Él no decía «quiero intentarlo», sino «quiero hacerlo». Esa era la clase de resolución que tenía, la clase de aplomo que lo hacía estar aquí ahora a pesar de sus desafortunadas circunstancias.

Brianna sonrió y asintió.

—Estoy segura de que lo harás de maravilla.

—Kane, ¿vas a dibujar para un edificio? —preguntó un curios