POV Alaia:
Pierdo el aliento y siento cómo mi mundo se resquebraja con una lentitud dolorosa. Niego con la cabeza repetidas veces, incrédula ante lo que estoy oyendo, mientras Nina me observa con una seriedad hiriente.
—Eso no es verdad... —expreso sin voz y con los ojos cristalizados—. No puede ser verdad porque...
Aún no es tiempo.
¡Faltan tres años! ¡Faltan tres años! ¿¡Por qué ahora!? ¿¡Por qué Lombardo quiere hacerme sufrir!? Yo esperaba poder...
—Da igual, señorita —respondió ella de manera cortante—. El señor ha dicho que pasará esta noche con usted. Es una orden. —Sus palabras se clavan como mil puñales en mi pecho—. Prepárese para esta noche, la ayudaré a arreglarse y la acompañaré hasta la habitación.
Sin poder evitarlo, las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos, mientras siento cómo toda esta situación me asfixia. No, esto no puede estar pasando, esto no puede ser verdad.
Nina solo me observa, indiferente a mis lágrimas, mientras yo abrazo mi cuerpo como si quisiera pro