—¿Harper? —Yo pregunté. Me arrodillé junto a ella.
—Oliver, ¿qué estás haciendo aquí? —preguntó, con los ojos muy abiertos—. Gia hará que te arresten.
Suspiré aliviado ante el sonido de su voz y la abracé con fuerza. Ella gimió un poco pero me devolvió el abrazo.
—Te escuché gritar. No iba a dejarte