Me había quedado dormido con ella.
No sé porque pero le abrí mi corazón, le conté todo de mí supongo que debía saberlo porque tarde o temprano se enteraría de todo y sería peor. Ella se movió algo inquieta y por instinto la abracé para calmar su sueño.
Al ver el techo me entraron recuerdos que no me dejaban dormir.
He nacido y moriré... solo” [...]
Al ser así, nadie me lastima, nadie me hiere, ni penetra mi fortaleza inquebrantable, soy fuerte e invencible.
No fui siempre un chiquillo malcriado, irrespetuoso e irreverente, en realidad era un niño muy bueno.
Pero cuando crías mal a tus hijos, se pueden descarriar bastante.
He amado tanto, como he sentido odio eterno, a la mujer más importante de mi vida; Mi madre. Sí, la odio con toda mi alma, gracias a ella, soy una basura, y estoy muy agradecido de ello, algo bien hizo en su vida ¿No?
Jamás olvidare, todos esos años de maltrato, que me ha brindado. Alguna vez pensé; “Hazle pagar cada una de tus lágrimas, cada uno de sus desprecios”