Dante
Debo de reconocer que después de ver por última vez a Anabela hizo algunas cosas.
Le propuse matrimonio a Ava, que la verdad no recuerdo cómo pasó. Estaba muy borracho.
También no recuerdo de cómo es que nos fuimos de viaje; solo recuerdo que ya íbamos en el avión.
Fuimos de nuevo a Sicilia, al mismo lugar donde llevé a Anabela.
Como siempre Ava en su mundo, se toma fotos, sale corriendo al mar, pero yo no encuentro diversión.
Hay demasiada gente en la playa; volteo hacia un lado y veo a una joven blanca pequeña de cabello negro. Me incorporó de golpe y me quitó los lentes.
"Anabela"
Veo que la joven se da la vuelta y no es Anabela.
Me vuelvo a recargar en la silla y pongo mi mano en mis ojos.
—¿Qué me pasa? —me preguntó a mí mismo.
Quito mis manos de mis ojos y vuelvo a ver Ava; veo que está con un hombre moreno.
Noto que coquetea con él; veo como le toca el brazo.
La observo muy atentamente; veo cómo mueve su cabello coqueteando.
Me levanto de la silla y camino a grandes zanca