17- Reflejos de un amor.
Eduardo la llevaba de su brazo,ella le susurró algo al oído y el joven sonrió,acarició y besó la panza de su mujer ya estaba cerca la fecha del alumbramiento y el doctor le había recomendado dar una caminata diaria.
Detrás de un árbol alguien los observaba y su expresión se tornó entre tristeza y molestia.
—Isabella,ahora le perteneces a Eduardo,
nunca hubiese imaginado que te le venderías a mi propio hijo,¡dudo que lo ames!,las mujeres cómo tú se mueven sólo por dinero.
Había mucho dolor y odio en él,ni siquiera se fijó que pensaba en voz alta y su chófer pensó que le hablaba a él.
—¿Qué me dijo,señor?
—No es nada, llévame a casa.
Victor Abordó el auto bajó el vidrio de la ventanilla y le dio un última mirada antes de que él vehículo se perdiera de vista.
—Mi amor,¿te sientes bien?
Isabella había sentido el poder de esa mirada penetrante y al voltear lo vio por escasos segundos.
-Estoy un poco mareada.-Dijo apoyándose de su marido.
-Mejor volvemos a casa y llamó al doctor, te veo de