Capítulo 26. ¡Duque inoportuno!
Maxwell le echó un vistazo rápido al oscuro almacén abandonado, notando las vigas de hierro oxidadas y el polvo suspendido en el aire.
—Ben, con qué tipo de personas te ha estado mezclando—murmuró antes de hacerle una señal a sus agentes para que lo siguieran.
—Recuerden, no deben disparar a menos que se trate de salvaguardar nuestras vidas. Luego me encargaré de esto —les instruyó con autoridad, mientras empuñaba una pistola cromada.
A lo lejos, bajo una tenue luz que apenas iluminaba sus facciones, Benjamín gritó con el rostro ensangrentado por los golpes que había recibido.
—¡Hermano, ayúdame! —su voz salía desgarrada y desesperada.
Se encontraba amordazado en el suelo, y con las manos atadas con una cuerda gruesa que le cortaba la circulación. Tres hombres con pinta de matones estaban parados a su lado, apuntando hacia Maxwell.
El líder de los matones, de complexión robusta y con una cicatriz que le atravesaba la ceja derecha, sostenía el teléfono de Benjamín en la m