RAIZEL:
—¿Cómo escapaste de la prisión?
Le pregunto y observo una leve sonrisa que solo me hace recordar a mi mujer.
—El duque Ivanov fue a visitarme.
Dice y puedo ver que ríe al recordar el suceso.
—Él muy maldito pensó que podría poner sus sucias manos en mi cuerpo mientras yo dormía… Pero aproveché y golpeé sus partes nobles con todas mis fuerzas… El muy tonto me había quitado las cadenas previamente para hacer sus cochinadas conmigo.
Dice y puedo notar un leve temblor en su voz.
Entrecierro los ojos y pregunto.
—¿Cómo escapaste? ¿Y los guardias?
Le pregunto y ella niega.
—No hay guardias, ese calabozo está muy oculto y es bien seguro… Si el emperador coloca guardias, las personas podrían sospechar e ir a investigar, y eso es lo que él no quiere.
Asiento nuevamente y miro a la mujer dudando antes de preguntar.
—Adelia…
—¿Sí?
—El duque había hecho eso contigo antes… ¿Había intentado abusar de tí antes?
Le pregunto con cautela y ella baja la mirada para luego volver a mirarme.
—Si… L