—¡Este es el plan! —dijo Danna y explicó a cada niño lo que tenía que hacer—. Recuerden que yo daré la señal, no deben actuar antes.
Los niños asintieron.
Durante la cena, todos estaban tranquilos, Victoria ayudaba a que Iris comiera, pero ella estaba en medio de un berrinche, Russell no podía dejar de mirar la delicada forma en que Victoria cuidaba y calmaba a su hija
«Es una gran mujer, seguro será una maravillosa madre» su mirada se volvió triste, tan ensimismado estaba que no se dio cuenta de que lo llamaba Trisha
—¡Tierra llamando a Russell Hesmer!
Él al fin reaccionó
—¿Lo siento? Me decías.
—¿Te decía si acostumbran siempre a hacer el campamento de verano?
—Bueno, es nuestro segundo campamento juntos, los niños siempre tienen uno en su colegio en México.
—Dime que no quieres volver a México, aquí estás mejor, querido.
—Mi deseo es volver, ahí está mi empresa, y está la patria de mis hijos, y la mía también.
—Pero, cuando te cases, tal vez tus planes cambien.
—¡Papito