Capítulo 4 “La sospecha”

Flavio era su amigo de la infancia, era casi como un hermano o por lo menos así se consideraban ambos, él tenía un vivero, era un hombre de paz y tranquilidad con un carácter bastante apacible y eso era bueno, ya que Alessandro era un hombre de carácter fuerte que siempre estaba a la defensiva en todo, tener esta clase de amigo lo hacían ver las cosas desde otro punto de vista y eso era lo que necesitaba en el momento.

Hace cuanto no nos veíamos mi querido amigo – Flavio lo recibe con un fuerte abrazo – sabía que me extrañabas, pero no tanto – ambos sonríen y luego pasan y se sientan en una mesa que tiene Flavio en medio de todo el vivero que eso siempre le daba tranquilidad.

No sabía que estarías en la ciudad tan pronto – Alessandro recibe la taza de café que le entrega Flavio – pensé que llegarías en un mes.

Ese era el plan, pero los socios de la empresa me dijeron que necesitaban de manera urgente que tomara las riendas – ambos se toman un sorbo de café – algo esta ocurriendo y necesito saber que sucede.

¿A qué te refieres? – Alessandro niega

Cuando tenga certeza de lo que ocurre en esa empresa te cuento – Flavio no hace ninguna otra pregunta referente al tema.

¿Y como te va en tu casa? – ese era otro asunto que él sabía que debía solucionar.

La estoy compartiendo con una mujer que está loca – Flavio lo observa extrañado – resulta que la compramos juntos, pero a dos personas por separado y es un problema legal, el inconveniente es que ella dice que no se saldrá de mi casa y yo tampoco lo hare.

Tú tienes otra casa y es hasta más grande que esa – eso es cierto -- porque no te vas a tu otra casa y la dejas a ella allí mientras solucionan.

No, después no habrá quien la saque de allí, así que me quedare en esa casa y no se hable más – Flavio no entendía la insistencia, pero como la situación le causaba gracia no dijo nada más – lo peor es que la tengo que ver en la casa y en el trabajo porque es parte de la empresa que dirijo.

¿Que? ¿De verdad? – todo parecía una mala jugada del destino – así que la tienes en tu casa y en tu empresa, suena interesante.

Alessandro ignoro la punta de su amigo, porque sabia que lo único que haría era burlarse de su situación y hacer chistes de su vida, pero de lo que sí estaba seguro es que nada ni nadie lo sacaría de su casa así que Lucia tenía que preparase para compartir lo que ella llamaba su hogar.

Tierra llamando a Alessandro – Flavio le chasque los dedos para que vuelva a la conversación.

Disculpa, es que me entretuve mentalmente – necesitaba pensar en que hacer -- ¿Qué me estabas diciendo?

¿Llamaste a tu padre? – no entendía cual era la insistencia si él sabia que no me interesaba hablar con él – sabe que estas en el país y me ha llamado en varias ocasiones.

No entiendo la insistencia y tu interés – Flavio respira profundo – no hablare con él.

Alessandro y si está sucediendo algo ¿no quisieras saber que pasa con tu padre? – Flavio siempre ha tenido buena comunicación con mi padre, pero es que yo nunca he tenido ese tipo de contacto con él así que no me interesa su vida.

No quiero hablar de ese tema así que no insistas – Flavio levanta las manos en señal de rendición, dando a entender que no dirá nada más.

La conversación se torna un poco mas trivial, así que no profundizan en ningún tema para no causar molestias, saben que tienen temas que tratar, pero prefieren evitarlo por el momento.

Después de esa tarde, Alessandro decide irse a su casa y no precisamente la que va a compartir, sino la otra que la tiene para el solo, mientras piensa cómo hacer para que esa convivencia que le espera sea lo mas tranquila posible, aunque lo poco que conoce de Lucia puede ver que es una mujer de carácter fuerte y con bastante ímpetu, así que le toca trabajar en eso.

Hace mucho tiempo que no convivía con otra mujer y menos en unas circunstancias tan extrañas.

Lucia se despierta como siempre, es decir con la cabeza en todas partes y apurada porque llegara tarde al trabajo, es que esperar a Alessandro la había hecho perder el sueño, pero resulta que el hombre nunca llego y lo que había hecho era jugar con su mente, será descarado pensó ella, aunque saber que estaba sola con sus animales le daba mas paz y tranquilidad de la que esperaba.

Cuando por fin deja todo listo en casa y termina de alimentar a sus animales se siente satisfecha para salir, pero antes echa un vistazo al espejo para verse antes de irse al trabajo, tenia unos pantalones talle alto con la bota un poco ancha, unos zapatos deportivos y una blusa color negro que se ajustaba a su silueta, el cabello suelto con algunas ondas y un maquillaje bastante sencillo, se sentía bien, así que ya estaba mas que lista para irse.

Primero vio la casa y sabia que debía llegar a ordenar mas tarde pero como de seguro Alessandro no llegaría ese día tampoco entonces no había prisa para ordenar nada, ella sabia que era solo un poco desordenada pero también sabia que esa era su manera y no iba a cambiarla por nada ni por nadie, dejo de pensar en ese tema y salió de su casa.

Su medio de transporte podría ser tres, tomaba un taxi solo cuando sabia que iba muy tarde, el autobús cuando tenia tiempo suficiente, pero sin exagerar y la bicicleta que era lo que mas amaba, ya que según ella le permitía tener la libertad que necesitaba todas las mañanas y eso le encantaba, así que el día de hoy su mejor opción era esa, primero se sentía de buen animo y el día estaba hermoso, un sol radiante que provocaba salir a pasear y eso mismo haría.

Recorrer las calles de Roma era una delicia y más cuando el día era tan lindo, como todavía tenia tiempo, se detuvo en una cafetería rodante que le encantaba y se pidió un latte de vainilla para continuar su camino, al llegar al trabajo la recibe Mary como siempre, pero automáticamente su humor cambio cuando le dijo que debía ir a la oficina del jefe.

Usted dirá jefe, ¿Qué necesita? – el sarcasmo era lo que se manejaba entre ellos – usted manda y yo obedezco.

Te agradezco tu disposición Lucia – ambos se retaban con la mirada – eres muy amable – la tensión que había en el aire se podía sentir.

Me dijo Mary que quería hablar conmigo – el asiente.

¿Cómo vas con el proyecto que te di? – cuando eran cuestiones de trabajo ambos eran lo bastante profesional para dejar su rivalidad aun lado.

Ya tengo todo listo y se lo presento el día de mañana – Alessandro se levanta para sentarse en la esquina del escritorio – solo me faltan algunos detalles.

Perfecto, mañana estaré esperando la presentación, pero el día de hoy necesito que me acompañes a ver un cliente y escuches la visión que tiene para su publicidad y que ambos trabajemos en conjunto – Lucia no se siente bien teniendo que ir con él, pero sabía que su trabajo era lo más importante, así que haría todo lo posible por cumplir.

Si así lo requiere jefe, así será – ese tono que estaba utilizando no era del gusto de él, pero no tenía ganas de discutir -- ¿a qué hora necesita salir?

Te lo confirmo con Mary, por ahora ya te puedes retirar – sin mas que decir Lucia voltea para irse, pero antes le pregunta.

¿Vas hoy a mi casa? – sentía curiosidad por saber en qué momento se presentaría.

No tengo porque decirte cuando voy a mi casa – lo dice con énfasis y ese tono hace que Lucia se moleste, pero como no deben de hablar ese tema en la oficina no dice nada y se ve azotando la puerta.

Alessandro queda en la oficina sonriendo por el arrebato de esa mujer loca, de verdad que ella siempre que la veía estaba en movimiento, nunca se encontraba en un solo sitio y se imagino como seria la convivencia con ella en esa casa, así que decidió que de hoy no iba a pasar que fuera a su casa porque también era de él, sin embargo, por ahora lo más importante era descubrir lo que estaba pasando en la empresa.

Cuando el compro las acciones le presentaron un balance general para saber el estado real de la empresa, pero allí estaba ocurriendo algo extraño ya que entraba dinero, pero no se veía reflejado en ninguna parte, es decir habían tenido varios contratos y en el informe no estaba todo claro, había pequeñas fugas que hacían que poco a poco se viera que había un faltante, así que el trabajo de Alessandro era descubrir lo que ocurría; no estaba sospechando de nadie por el momento ni tampoco sabia a ciencia cierta lo que sucedía pero si por alguna razón estaban utilizando la empresa para algo mas que no fuera publicidad él se iba a enterar de todo.

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