Jimena Vittolo, una mujer de 29 años se muda a la ciudad de Madrid por trabajo después de haber vivido en algunas cuantas ciudades del mundo. Lo que ella no sabe, es que el nuevo vecino que le toco no es como los otros tantos vecinos, él es un hombre de 32 años de ojos negros al igual que su cabello y que cambiara su vida para siempre. El único problema es que Iván, es un hombre que no se toma ninguna mujer en serio... al menos no hasta ahora… en pocas palabras, es un mujeriego.
Leer másMadrid, mi nuevo hogar… Observo el departamento, o mejor dicho el “piso” tal como lo llaman por estos rumbos y debo admitir que esta igual a las fotografías que vi por internet, afortunadamente no me defraudo. Definitivamente, es un riesgo alquilar algo sin venir a verlo primero, pero digamos que la mudanza fue algo apresurada y no podía desaprovechar la oportunidad de trabajo que me salió aquí, ¿o sí? Además, ¿Qué significa una mudanza más para mí?
Apenas tengo vagos recuerdos de la ciudad donde nací, mi Buenos Aires querido tal y como dice el tango…mi país natal hace tiempo dejo de ser mi hogar, exactamente hace dieciséis años…
«Como pasa el tiempo…» Dejo mis maletas a un costado y cierro la puerta detrás de mí, ciudad nueva, vida nueva. Es momento de dejar el pasado en su lugar y comenzar una nueva aventura.
Recorro el departamento observando cada uno de sus detalles y me enamoro más del lugar, paredes blancas, pisos imitación madera, y lo mejor de todo, es que esta amueblado a excepción del colchón, que se supone que llega hoy. Este lugar definitivamente es muy “yo” … pocos muebles, pero muy útiles y esenciales, solo le hace falta algún que otro detalle de decoración y estará perfecto.
Camino hacia la que es mi habitación, y al ver la puerta corrediza de vidrio justo enfrente de la cama me sonrió de inmediato, tengo la sensación de que este lugar se transformara en uno de mis favoritos... Sin dudarlo, abro la puerta y al salir me encuentro con una vista increíble de la ciudad de Madrid. «Ufff… sí que es hermosa.» Pienso mientras me apoyo contra la baranda de color blanca con paneles de vidrio.
Podría pasarme aquí todo el día leyendo un libro o simplemente trabajando con mi laptop completamente relajada. Admiro el paisaje y permito que la leve brisa que corre pegue en mi rostro… es tan relajante...
—¡Pero espera! — escucho una voz femenina y al voltear hacia donde proviene el ruido, veo a una mujer saliendo casi a fuerza sostenida por quien parece ser su novio.
Ambos se ríen de su escena romántica y bastante inapropiada ya que ella apenas lleva una camiseta de él puesta y él... bueno... él está en bóxer. Sus risas desaparecen al darse cuenta de que yo estoy aquí y la rubia de ojos creo que grises, intenta cubrirse un poco más, cosa que es imposible. Mi mirada se cruza con la de él y no puedo apartarla por más que quiera. Ojos negros azabache que acompañan su cabello y barba del mismo color, tez blanca, una altura digna de ser modelo, y un cuerpo con varias horas de gimnasio encima.
«Sí que es guapo…» me grita mi subconsciente.
—Perdónanos. — dice él y su voz es igual de hipnotizante que su mirada. —no sabía que tenía una nueva vecina. — se excusa y suelta a su chica para acercarse a la tímida media pared de vidrio que divide nuestros balcones, y cabe mencionar que de no ser por esa pequeña pared estarían unidos.
—Me mude hoy. — me explico y aparto mi mirada de él.
—En ese caso, un gusto, soy Iván. — dice con una media sonrisa.
—Jimena. — respondo sonriente.
—Ya que Iván no me presenta...— comenta la rubia —Soy Samantha.— termina de decir y me mira como diciéndome "no te le acerques."
—No eres de aquí, ¿no? — me pregunta y no sé si se dio cuenta que está en bóxer.
—¿Te lo cuento otro día? — propongo y lo miro como diciéndole "mira como estás vestido o, mejor dicho, no vestido."
—Vale, seguramente nos veremos seguido; después de todo somos vecinos. — me dice con ese típico acento madrileño y no sé porque siento que sus palabras me quieren decir otra cosa.
—Está bien, nos vemos. — me limito a decir y doy media vuelta para entrar a mi departamento.
Cierro la puerta corrediza y me quedo parada apoyando mi espalda contra la pared mientras rio como una tonta recordando la escena que acaba de suceder allí fuera.
«Siempre podrías golpear su puerta para pedirle un poco de azúcar, ¿no?» pienso, pero de inmediato sacudo mis pensamientos —tiene novia. — me digo firme y decido dejar todo esto atrás para ir a acomodar mis cosas.
Un año despuésDicen por ahí que después del matrimonio muchas cosas cambian en la vida de la pareja, pero, a decir verdad, los cambios que yo he notado has sido todos para bien. Tal vez se deba al hecho de que Iván y yo hemos pasado por muchísimas pruebas y etapas juntos durante nuestra relación. Yo he conocido su peor versión, la de ser un mujeriego que cada noche la pasaba con una mujer diferente cuando vivíamos pared a pared. Por su parte ha conocido todas mis inseguridades, mi lado más oscuro y aquella mujer que decía que nunca más se iba a enamorar debido a la promesa que le había hecho a ese hombre que tanto amo. Durante nuestro noviazgo hemos evolucionado como personas, aunque por momentos hemos ido marcha atrás pensando que todo acabaría más rápido de lo que esperábamos. Sin embargo, to
Todo pareciera marchar con mucha prisa después de aquel “si acepto” que nos dijimos. De repente estábamos bailando el vals bajo la atenta mirada de los pocos invitados que había en nuestra boda. A los pocos minutos cortábamos el pastel, él quitaba mi liga para lanzarla y yo hice lo mismo con mi ramo, en resumen, todo aquello que nos tomo un largo tiempo planear sucedido rápidamente. Por una parte, nos hubiera encantado hacer de aquel momento uno eterno, pero tengo la sensación de que esto nos gusta mucho más… —Te amo esposa mía— Me dice mi esposo mientras que sus besos me van quitando la respiración de camino a nuestra cama en esta habitación de hotel.—Yo te amo más… no lo puedo creer, soy tu esposa— Murmuro entre risas nerviosas y vuelvo a be
(Al día siguiente)No creía que este día llegaría, es más, la idea de casarme es algo que llegue incluso hasta descartar después de haber perdido a Sebastian, pero con lo que yo no contaba es con que la vida me daría una sorpresa como está —Te ves hermosa hija— Me halaga mi madre una vez que termina de ayudarme a cerrar todos los botones de es precioso vestido de novia que todavía no puedo creer que me quede tan bien. —Creo que voy a llorar…— Murmuro.—No llores, arruinaras el maquillaje— Bromea y me mira a través del reflejo del espejo.—Jamás pensé que podría llegar a sentirme así de feliz— Confieso con una enorme sonrisa tatuada en mi ros
Al día siguienteQue mis padres y los de Iván se lleven bien, es sin duda alguna un plus que nos hace muy felices. La cena de ayer ha ido de maravilla, al parecer entre ellos hay muchos temas de conversación en común y eso hizo que la estadía de mis suegros en casa de mis padres resultara en algo muy natural. Es obvio que los bebés han sido algo de lo que han conversado también, y a pesar de que aprecio muchísimo los consejos que nos han dado acerca de como ser padres, sé que Iván y yo iremos aprendiendo en el camino. Probablemente cometamos muchísimos errores, pero es justamente de eso de lo que se trata; aprender de los errores.—Hermosa, ¿estás lista? — Me pregunta entrando al baño mientras que termino de peinarme.—E
Dos semanas despuésTodavía no puedo creerlo… este sábado es nuestra boda… Miro a mi alrededor y mi momento de asombro se ve empañado a causa de la cantidad de cajas que nos rodean y es que todavía no hemos terminado de desempacar todo. Hemos estado demasiado ocupados entre los preparativos de la boda y nuestros trabajos, eso sin contar que yo he estado haciendo mi propia investigación acerca de todo lo que necesito para abrir mi consultoría tal y como sugirió mi futuro esposo. —¿Estás lista hermosa? — Me pregunta Iván mientras guarda su celular en el bolsillo.—Si, vayamos antes de que se nos haga tarde y sean tus padres quienes nos esperen a nosotros en el aeropuerto— Comento sonriente y rápidamente tomo m
Un poco más de un mes despuésDefinitivamente, la vida no es algo que tu puedas planear por completo, en realidad es como dice aquella famosa frase, “la vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes”; siento que es exactamente eso lo que me esta sucediendo. Tenia planes de comenzar ese nuevo puesto laboral, de continuar viajando y aventurándome en mi carrera, pero por ahora, y solo por ahora; he decidido tomarme un tiempo de calma. Gabriel no ha tenido problema alguno en mantener su oferta laboral a pesar de mi embarazo, pero fui yo quien decidió rechazarla y no me arrepiento de haberlo hecho. Por primera vez en mi vida quiero dedicarme a mi embarazo, a mis planes de boda, y a ayudar a Iván con la empresa, aunque en realidad su oferta es que yo abra mi propia consultoría de market
Último capítulo