—Comienzo a dudar de la fidelidad de tus cualidades...

—Confia en mi.

El reclamo de Moyra ante mi poca confianza en sus cualidades me hizo callar. Supongo que estoy equivocada al juzgar a una ex estudiante de medicina con una gran experiencia en las costuras.

Yo nunca fui experta en ello.

—Cuidado dejas mi vestido muy apretado.

—Deberia preocuparte que siga siendo funcional, este trapo pide a gritos que lo suelten.

—No tengo más ropa, Moyra.

Me queje, los días ya pasaron y no veía ni una sola señal de Moros, ese dios que se fue en la oscuridad de la madrugada por mucho que le pedí que no me dejara sola.

El resentimiento habita mi cabeza como un hecho inevitable, siempre recordándome que muy aparte de que se fue y me dejó sola, no aparece.

Me preocupa hasta cierto punto, quizás ocurrió algo que no lo deje venir hasta la ciudad a verme y yo solo soy capaz de quejarme desde la gran ignorancia de mi mente, que no puede ver más allá de sus propios conocimientos.

—Con tanto dinero que ganam