¿Cómo podría Marlote sacarse de la cabeza todo lo ocurrido la noche anterior? Mientras fregaba el suelo con su habitual dedicación solo podía recordar una y otra vez las palabras “precioso rostro” provenientes de Lion. ¿Acaso le estaba permitiendo a su cabeza volar demasiado? Probablemente, pero al saber que este deseaba capturar el corazón de la chica las posibilidades solo apuntaban a un solo lugar: Lion Di Mort estaba sumido bajo los desconocidos encantos de Marlote Meijer.
—¿Qué quieres decir con que el cadáver sigue sin aparecer? —fue la voz de Frederik aquella que sacó a Lottie de sus pensamientos. Parecía discutir con alguien dentro de su estudio—. ¿Tienes idea de lo que ocurrirá si su cuerpo cae en las manos equivocadas?
—Mi lord, trabajamos día y noche con el fin de encontrarlo, pero presumimos