| 24 |

Emma:

Lo que me había contado Axel, me dejó pensativa, anoche lo escuché llorar y gritar mientras dormía, no sabía que hacer, hasta que despertó y me abrazó.

Me sentía mal por el, porque tuvo esa pesadilla, luego de contarme solo me abrazó y se volvió a dormir, no había segundo en los que me pidiera perdón, sentí un nudo en mi garganta cuando lo escuchaba murmurar que lo perdonara hasta que al fin durmió, yo por mi parte, no pude dormir absolutamente nada pensando en la pesadilla de Axel.

Estaba preparando café, eran las siete de la mañana y aún no podía pegar el ojo, mi mente estaba divagando por el relato de Axel, de solo recordarlo me causaba escalofríos.

El timbre de mi departamento sonó, fruncí el ceño y fui a abrir, cuando lo hice me encontré con Mikael y Carlo con cara de susto.

—Hola mi bonita —Mikael pasó— ¿Axel está aquí?

—Si, está en mi habitación durmiendo.

El suspiró aliviado.

—Ese tonto va a matarme de un infarto, Kurt fue hasta la pizzería de Carlo a buscarlo porque había salido molesto de la pastelería y no contestaba su teléfono.

—Pues.. ¿Porque no me llamaron? —reí.

—No lo pensé —hizo un puchero—, pero bueno, ya se que está aquí..

—¿Cómo estás? —me preguntó Carlo.

—Bien.

El frunció el ceño y ladeó su cabeza, después tomó mis mejillas y me miró fijamente.

—Tienes carita de no haber dormido nada ¿Pasó algo?

asentí —Axel, vino a las dos de la mañana borracho, decía cosas sin sentido y se durmió en mi sala.. lo pase a mi cama y a la hora creo, empezó a gritar llamándome.. No sabía que hacer hasta que despertó.

—El no puede tomar, el alcohol no le hace bien —escuché decir a Mikael.

Me separé de Carlo y fui de nuevo hasta la cocina a servirme mi café, les di a ellos y me senté en la isla de la cocina bajo la atenta mirada de los dos.

—Preciosa —Mika giró la silla—, estás demasiado callada, dime qué pasó con Axel.

Suspire y les conté sobre la pesadilla que tuvo Axel, no perdí ningún detalle.

—¡Vaya! —Mikael estaba impresionado— yo estaría igual que tú, pero.. Una vez mi abuela dijo que los sueños se pueden interpretar y que pueden enviar mensajes y así..

Carlo rió —¿Crees en esas cosas Mika?

—¡Claro que las creo! Si Axel sintió miedo es porqué lo sintió muy real, además que lo vió desde la perspectiva de Emma y la tuya.. Ahora que lo pienso —se quedó pensativo—, ahora más que nunca deberíamos tener cuidado con Tom, está más que claro que en el sueño de Axel ese tipo la mandó a golpear.

Suena estúpido que se basen en un sueño, pero desde que Axel me dijo esa pesadilla, no he dejado de pensar en la amenaza de Tom.

—Mejor cambiemos de tema ¿Si? —pedí— me siento extraña hablando de eso.

—Esta bien —Mika me besó la nariz— ¿Desayunaste?

—No, solo he tomado café —fui a la cocina— prepararé el desayuno. Por cierto, Axel me contó lo de Tamara y su hijo.

Ambos se miraron.

—No se preocupen, no estoy molesta con Axel por eso, el tuvo a ese niño antes de conocerme, no tengo derecho a molestarme —sonreí leve—, me pidió que estuviera con el cuando ella le presentara a su hijo, sería hoy en la tarde.

—¿En serio quieres hacerlo?

—Si —asentí—, quiero que se sienta cómodo y el no confía en ella..

—Si te soy honesto —Mikael se sentó en la silla—, no creo que ese niño sea de el, precisamente ahora quiere venir a buscar a Axel ¿Por qué no lo hizo cuando se enteró que estaba embarazada?

—No lo sé, no conozco a esa mujer.. Pero Axel tampoco cree que sea de el —dije mientras batía los huevos.

—Te ayudo bonita -Carlo se colocó a mi lado.

Asentí y ambos empezamos a cocinar mientras hablábamos, mis chicos me estaban haciendo sentir mejor, porque de mi mente aún no salía la pesadilla de Axel.

Más tarde...

~~~~~~~~~~~~~~~~~

Estábamos en la pastelería de Axel junto a Carlo y Mika, ellos dos quisieron estar aquí para darle apoyo a Axel.

—Sigo diciendo que sería mejor una prueba de ADN —Mikael estaba sentado sobre el escritorio de Axel cruzado de brazos.

—Mikael, no creo que sea necesario.. No creo que sería capaz de usar a su hijo para estar con Axel.

—¡Jah! Es probable que lo haga.. Creme bonita, hay muchos casos.. Tengo un tío que era un mujeriego y de la nada llegó una mujer con un bebé en sus brazos afirmando que era su hijo, el muy tonto se dejó manipular y la tipa se sacó dinero hasta que ella de la nada, despareció y le dejó a Maika.

Carlo rió —No puedo creer que Keine se haya dejado estafar por una mujer.. Y se jacta que es un hombre inteligente —negó—, los Voslov son mujeriegos por naturaleza.

—Pues si —Mikael sonrió de lado y yo lo mire alzando una ceja— bueno.. Yo lo era —aclaró— ahora estoy fielmente atado a mi novia —me lanzó un beso.

—Eres imposible Mika —reí.

La puerta de la oficina fue tocada y Carlo abrió dejando entrar a una mujer alta y rubia, de la mano venía ella un niño pequeño de al menos dos o tres años, era de piel blanca y ojos azules, era muy lindo. Ella lo tomó en sus brazos y caminó hasta Axel.

—El es Alex, tu hijo —le sonrió a Axel.

Axel lo cargó y me alejé un poco de ellos, me coloque al lado de Carlo y el tomó mi mano, pensé que lo tomaría de buena manera pero me siento un poco incómoda con verlos a los dos sosteniendo a ese niño.

—No dudes de que el te quiere —Mikael me susurró.

—No lo dudo, solo que.. no sé cómo sentirme ahora.

El tomó mi otra mano y la besó.

—Espero que puedas pasar un poco más de tiempo con el —le dijo ella. 

—¿Por que no me dijiste de su existencia? —Axel se puso serio.

—Porque no sabía si me querrías después de dejarte —bajó la voz—, así que me encargué de el todo este tiempo, si estoy aquí es porque quiero que formemos una familia.

—No puedo —Axel negó—, yo me haré cargo de el, pero no puedo volver contigo Tamara, yo tengo una relación ahora y quiero estar con mi chica, te aseguro que el tendrá lo necesario, pero no puedo darte lo que me pides.

El niño se sentía un poco incómodo en los brazos de Axel, parecía que quería llorar, me acerqué un poco para tomarlo pero ella me habló de mala manera.

—No te acerques a mi hijo.. Tu debes ser la noviecita de Axel —me miró de arriba a abajo—, debes estar satisfecha de que mi hijo no tendrá su papá a su lado.

—A ella no le hablas así —Mikael intervino.

—No intentes manipularme con eso Tamara, porque no voy a ceder, tienes mi palabra de que al niño, no le hará falta nada.

En estos momentos quería meterme en mi departamento y comer mucho helado para sentirme bien, porque ahora me siento muy incomoda y tengo ganas de llorar.

Dios mío Emma, eres tan débil..

No quería meterme en su conversación, porque eso es algo que solo les compete a ellos, yo saldría sobrando en esto.

Tamara le quitó al niño de mala gana a Axel y tomó su bolso.

—Hablamos cuando no tengas a tu noviecita aquí, no la quiero cerca de mi hijo.

Ella salió por la puerta y yo solo me senté en el sofá de la oficina, solté un suspiro pesado, me siento muy tensa, esa mujer sera una total pesadilla, de eso estoy segura. 

—Oye —Carlo se sentó a mi lado—, no le prestes atención a lo que esa mujer diga.

—No te preocupes por mi —coloqué mi cabeza en su hombro— mejor dame un mimo ¿Si?

Ahora me estaba dando cuenta de que no debí venir, siento que esta situación con Axel, nos traerá problemas.. No es por su hijo, si no por ella, porque siento que esa mujer será un muy grande problema para nosotros.

Tengo la sensación de que es así..

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP