Emily:
Lo había hecho, les dije lo que tanto he guardado por estos años, al fin me había desahogado con ellos. Por supuesto que ellos no se lo tomaron de la mejor manera, no es para menos.
Julian se levantó de la mesa y empezó a gritar, mientras que Jamie estaba en shock.
—¡Maldito, maldito! ¡Mil veces maldito! —pateaba una y otra vez el sofá— Debí matarlo, debí matarlo aquel día.
Se tiró en el suelo a llorar, su llanto era tan fuerte al igual que sus sollozos.
Me levanté y me arrodillé ante el, me miró y sus ojos reflejaban dolor.
—Lo siento tanto mi amor —sollozó—, lamento tanto no haberte escuchado ese día —su llanto me partía el corazón—, lamento tanto que hayas vivido ese infierno y de esa manera, por favor perdóname.
Lo abracé y mi llanto llegó, el se aferró a mi y me tomó de la cabeza para pegarme más el, mire a Jamie y con solo mirarlo le hice entender que viniera y así lo hizo, se arrodilló a mi lado y me abrazó.
—Lo siento mi amor —Jamie sollozó—, no sabes lo que me ha dol