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Emily:

Lo había hecho, les dije lo que tanto he guardado por estos años, al fin me había desahogado con ellos. Por supuesto que ellos no se lo tomaron de la mejor manera, no es para menos.  

Julian se levantó de la mesa y empezó a gritar, mientras que Jamie estaba en shock.

—¡Maldito, maldito! ¡Mil veces maldito! —pateaba una y otra vez el sofá— Debí matarlo, debí matarlo aquel día.

Se tiró en el suelo a llorar, su llanto era tan fuerte al igual que sus sollozos.

Me levanté y me arrodillé ante el, me miró y sus ojos reflejaban dolor.

—Lo siento tanto mi amor —sollozó—, lamento tanto no haberte escuchado ese día —su llanto me partía el corazón—, lamento tanto que hayas vivido ese infierno y de esa manera, por favor perdóname.

Lo abracé y mi llanto llegó, el se aferró a mi y me tomó de la cabeza para pegarme más el, mire a Jamie y con solo mirarlo le hice entender que viniera y así lo hizo, se arrodilló a mi lado y me abrazó.

—Lo siento mi amor —Jamie sollozó—, no sabes lo que me ha dolido haber tenido que oír eso.. Lamento tanto no haberte escuchado.

No podía decir nada, el nudo en mi era enorme, escucharlos llorar así me dolía, pero era necesario que lo supieran, tenían que saber lo que de verdad pasó y del asqueroso ser que es Andy.

Después ellos se calmaron un poco, nos levantamos y nos sentamos en el sofá.

—Dime ¿Porqué no lo denunciaste?

—Porque su padre era el jefe de la policía —limpié mis lágrimas—, el supo de lo que me hizo Andy ya que el mismo le contó, me interrogó a solas y me dijo lo mismo que me dijo Andy, así que no me quedó de otra que decir esa versión.

—Son unos malditos, todos ellos —Jamie lloraba con odio.

—¿Que pasó después?

—Eso se quedó así, cómo un robo, ya que no tenía mis pertenencias encima, el padre de Andy me hizo decir que no me tocaron que solo me golpearon, apuñalaron y huyeron —hice una pausa—, pase un mes en el hospital, traté con todas mis fuerzas de fingir que todo estaba bien, Andy habló con mis padres fingiendo sentirse culpable por lo que pasó —ellos bufaron—, después le dijo a mis padres que habíamos terminado, entonces lloré y grité en mi habitación, mis padres asumieron que fue por la ruptura de Andy y dejaron eso así.

Tomé aire y continué, a medida que hablaba, sentía menos peso sobre mi. 

—Pase meses encerrada en mi habitación, después supe que todos ellos se habían ido del pueblo, mientras que yo me rompía por dentro, un mes más tarde me hice una prueba de ETS, quería saber si me habían contagiado de alguna enfermedad y gracias a Dios, no fue así, pero la sorpresa que me llevé fue que estaba embarazada.

Ellos me miraron muy sorprendidos, no esperaban algo como esto. 

—¿Embarazada?

—Si —asentí—, en ese momento entré en pánico y me desesperé porque no quería tenerlo, así que fui a una farmacia y me compré varias pastillas, no sabía que eran pero solo las tomé para abortar, cuando lo hice caí inconsciente en mi habitación mi padre me encontró y me llevaron al hospital —suspiré—, me hicieron un lavado de estómago y limpieza en mi entrepierna ya que el aborto había funcionado, casi moría haciéndolo, luego mis padres me enviaron a un psicólogo. Pero les pedí que fuera en Chicago y aceptaron un poco desconfiados pero lo hicieron, vine hasta aquí con las ganas de empezar una nueva vida y superarme, así que duré en terapia poco tiempo ya que me esforcé mucho por mejorar, claro lo que viví no fue sencillo pero si pude superarlo, ya ahora no duele tanto como antes. 

Ambos tomaron mis manos —Eres una mujer admirable Emily —las lágrimas caían por el rostro de Jamie—, soportaste todo eso tu sola, ahora más que nunca vamos a dejarte sola mi amor, te juro que voy a cuidar de ti y nuestra hija para que nada ni nadie las dañe.

—Asi es mi amor —dijo Julian muy seguro—, no estuve ahí para protegerte, tampoco estuve contigo hace cuatro años, pero ahora y siempre estaremos a tu lado para protegerte a ti y Emma, ustedes son lo más importante para nosotros.

Limpié sus lágrimas y ellos las mías. Se siente tan bien hablar de esto. 

A quien engañaba, los necesito de nuevo en mi vida, los sigo amando y estás dos semanas se han esforzado por tratarme bien, han tenido muchos detalles bonitos conmigo y Emma, se han esforzado al cien por ciento.

—Entonces deberían empezar a limpiar la habitación para traer mis cosas —me puse de pie. 

Ellos fruncieron el ceño, luego de unos segundos sintieron felices.

—Mañana mismo empezamos para que estén aquí —dijo Jamie feliz— mi amor —se acercó a mi— prometo seguir esforzándome para ganarme tu corazón y que me ames de nuevo —besó mis manos.

—Yo también me esforzaré más hasta que nos ames Emily —tocó mis mejillas—, gracias por aceptar a vivir con nosotros, por confiar de nuevo mi amor, te prometo que te haremos feliz. 

—Solo espero que sigan así —sonreí—, Emma los adora.

—Y nosotros a ustedes —Julian sonrió.

De un momento a otro la tristeza se había ido y nos enfocamos en nosotros, en hablar más y entendernos, prometimos siempre escucharnos si hay algún problema o inquietud y eso para mí es muy importante, que quieran hablar y escucharme, porque deseo tener una familia a su lado.

—Iremos por Emma para que pasen la noche aquí ¿Que dices? —preguntó Jamie emocionado.

—Claro que si, ve por ella Jamie, pero hazlo con cuidado por favor —el asintió.

Tomó su saco y salió del departamento, miré este y seguía igual, solo que las paredes tenían un color azul cielo precioso.

—Podrás remodelarlo si lo deseas.

—Para mi está bien así —le sonreí— está muy lindo.

El llegó hasta mi y quedó cerca de mi rostro, luego acarició mi mejilla.

—Prometo que voy a protegerlas siempre, ustedes serán mi única prioridad ahora... Mi amor.

Me encanta que me llame así..

—Te prometo que encontraré a cada uno de ellos y voy a hacerlos pagar por lo que te hicieron —dijo serio.

—Julian no —negué—, quiero dejar el pasado atrás, quiero seguir con mi vida.

—Lo siento pero no te haré caso —negaba—, esos malditos siguen sueltos como si nada y merecen pagar por esto.

No quise contradecirlo, porque se que habla en serio y una parte de mi, quería hacerlos pagar.

Se acercó más a mi y rozo sus labios con los míos, cerré los ojos y sentí como unió sus labios con los míos en un beso, tomó mi nuca e hizo profundo más el beso, sus labios estaban suaves y sabían igual que hace cuatro años, mordió un poco mi labio, abrí la boca dejándole paso para que metiera su lengua y esta jugara con la mía, después de ese intenso beso se separó un poco de mi.

Extrañaba sus besos...

—Te amo Emily, jamás he dejado de amarte —susurró. 

Yo tampoco Julián, yo tampoco he dejado de amarte..

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