Emily:
Después de semejante espectáculo de celos por parte de Jamie baje para subir al auto de ellos, me sorprende que sigan conservando el auto de cuando estábamos Casados, creo que el dinero no los hizo cambiar y eso por una parte me alegra.
—Mami quiero ir adelante —Emma seguía insistiendo.
—Emma cielo, no puedes ir adelante, sería peligroso para ti —Jamie le sonrió y ella asintió— llegaremos en unos minutos.
Julian empezó a manejar hasta la casa de sus padres, yo sinceramente me sentía nerviosa, estaba muy avergonzada de haberme ido así sin decirles a los señores Allen, ellos no tenían la culpa de lo que había pasado con ellos, pero era más mi orgullo de que los señores Allen le dijeran a ellos dónde estaba, porque no quería que ellos me encontrarán.
Llegamos poco después a la casa de los señores Allen, baje con Emma y ella se fue donde Jamie para que la cargara.
Claro, ahora no quiere a la mamá..
El se adelantó y entró a la casa, yo lo hice junto con Julian, pero antes de entrar me giro y me pegó a el quedando frente a frente.
—Si fueses mi mujer te azotaría por hablar con ese rubio —apretó los dientes.
—¿Que demonios pasa con ustedes? —lo mire mal.— No soy tu mujer Julian.
—Lo serás mi hermosa Emily, eso tenlo por seguro, cuando eso suceda.. Voy a dejar en claro que eres mi mujer, solo mía.
Sonrió de lado y me dió un casto beso en la comisura de mis labios, después entró a la casa.
—Idiota —dije molesta.
Tomé aire y entré a la casa, todo lucia tal cual como lo recordaba aunque las paredes tenían otro color.
Fui hasta la cocina que es de dónde provenían las voces, los señores Allen estaban contentos por tener a Emma con ellos..
—Por Dios, se parece a ustedes —La señora Judith sonrió—, eres preciosa Emma.
—Gracias —dijo tímida.
El señor Allen camino hasta mi, vaya que los años le han pegado, está bastante mayor, ya las arrugas se le notaban y tenía el cabello completamente blanco. Cuando estuvo frente a mi me abrazó.
—Creí que moriría sin conocer a mi nieta, gracias por permitir traerla.
—No hay de que señor Allen, ahora la verán más seguido —sonreí y nos separamos del abrazo— quisiera pedirle disculpas por haberme ido así.. que ustedes no tienen la culpa de na.. —me interrumpió.
—No digas que lo sientes Emily, te entiendo, lo que aquellos tontos te hicieron no tenía perdón —negaba— y el irte de sus vidas, creeme que eso fue una gran lección para ellos, aunque se dieron cuenta muy tarde —dijo con tristeza— pero ahora estás aquí, mi nieta está aquí y podré disfrutarla los años que me queden.
—Señor Allen no diga eso..
—Tranquila que aún no moriré —reímos— tengo que disfrutar a mi nieta primero.. Antes de que vayas a la cocina, te diré algo que quedará entre los dos —Asentí— no sé la pongas tan fácil para que los perdones, hazlos sufrir un poco, ellos merecen ganarse tu amor de nuevo así que hazlos esforzarse ¿Si?
Sonreí.
—También quiero que sepas que siempre creímos en ti, yo sé la clase de mujer que eres Emily —me sonrió—, mis hijos fueron muy tontos, pero espero que no los perdones tan fácilmente ¿Eh?
Asentí solamente, el palmeo mis manos y fuimos a la cocina, ya todos estaban sentados, saludé a la señora Judith y me senté en el medio de Jamie y Julian.
Tramposos..
Empezamos a desayunar a gusto, los señores Allen le hicieron preguntas a Emma sobre su vida y sus aventuras, luego me dijeron que está es la primera vez en cuatro años que ellos entraban a la casa ya que el señor Allen los había vetado de aquí porque se habían portado mal conmigo y cuando se enteraron que regrese ellos los aceptaron de nuevo.
Emma se quejó por estar sentada y se levantó, Julian la cargó y ella se acurrucó a el.
—Voy a llevarla a la que era mi habitación ¿Te molesta? —me preguntó.
—No, solo hay que estar pendiente cuando despierte porque no conoce la casa.
—Bien —empezó a caminar—, en mi habitación hay una enorme tv donde podrás ver a las princesas..
Su voz se perdió..
—¿Que tiene la niña? ¿Se siente mal? —la señora Judith Lucia preocupada.
Jamie le contó sobre la enfermedad que tiene Emma, de los tratamientos y todo lo demás, Jamie lo decía con tristeza en si voz mientras apretaba la mandíbula, cuando hace eso es porque está molesto y supongo que con el mismo.
—Por Dios —la señora Judith lloraba— esto es muy serio Emily ¿Que doctor la ve?
—Harrison Graham mamá —dijo Jamie.
—¿Harrison? ¡Vaya! —el señor Allen estaba sorprendido— casi siempre vamos a jugar golf, el mundo es un pañuelo.. Pero ahora al tema ¿Tiene tratamiento?
—Si, tiene un tratamiento a seguir al igual que la dieta —sonreí leve.
—Por eso Julian me pidió que preparara todo ligero.. Era por la niña —suspiró— al menos está descansando de las diálisis, esperemos que siga así.
—Hasta ahora el tratamiento está funcionando, esperemos que así sea. —ellos me asintieron.
Terminamos de desayunar y Julian estaba en la habitación vigilando a Emma, que dormía plácidamente.
—Déjala dormir, no despertará en un buen rato —le dije.
—No puedo —la miraba desde el umbral de la puerta—, verla así dormida me causa tranquilidad y pienso en los momentos que me perdi de ella, sus primeros pasos, sus primeras palabras, su primer diente... Todo —la voz se le quebraba— no ví crecer a mi hija por ser un idiota.
Cuando lo miré tenía lágrimas en sus mejillas, jamás lo había visto llorar.
—Ahora que la veo... Está enferma, quisiera poder intercambiar su dolor y tenerlo yo, no me gusta verla así, se que a penas la conozco desde ayer pero.. la amo, la amo demasiado y daria mi vida por protegerla —sollozaba.
Lo tomé del brazo y lo abracé, se aferró más a mi, metió su nariz en mi cuello mientras sollozaba.
—Lo lamento tanto Emily, fui un imbécil en haberte tratado así.. Pero estaba dolido y no pensé lo que dije, porque en el fondo sabía que estaba mal pero.. Me deje llevar por la ira, soy un imbécil, más grande del planeta, por favor perdóname —sollozó más fuerte.
—No podemos regresar el tiempo Julian, ya deja el pasado dónde está —le acaricié la espalda.
—Pero no quieres volver con nosotros.
Me separé de él lentamente.
—Entiende que no puedo, no puedo.. Han pasado muchos años Julian y.. —me interrumpió.
—Ya no me amas verdad —asintió—, es eso, que ya no me amas.
—Julian..
—Está bien Emily, creo que no vale la pena si lucho porque se jamás me vas a corresponder —se limpió las lágrimas— es mejor saberlo ahora que seguir esforzándome en vano.
—Yo no.. no sé que decirte.
Dile que lo amas estúpida..
—Me avisas cuando quieras irte, le diré a Jamie que las lleve.
Y sin más se retiró dejándome sola.
—No puedo perdonarte tan fácil Julian —susurre—, no puedo perdonarlos.
No puedo...
Simplemente no puedo.