Julian:
Después de ese desagradable momento en casa de mis padres a mi preciosa esposa se le ocurrió la idea de venir a la feria, la verdad no tenía ganas de venir pero... Logró convencerme haciendo esos ojos que se han vuelto mi debilidad.
Paseamos por algunos juegos, Jamie ganó un oso panda que se lo dió a ella, yo solo pude observar como parecía una niña pequeña con ese oso panda abrazado a ella.
—Me encanta mi oso —sonrió dulce— gracias Jamie —le dió un beso.
Fruncí el ceño.
¿Porque lo besó?
O sea que si gano en un juego recibiré un beso de su parte...
Caminé hasta un puesto dónde había que derribar varios muñecos con una pequeña escopeta.
—¿Cuántos tengo que tirar para que me des aquel feo alienígena? —señalé el peluche.
—Bueno caballero, debe derribar al menos ocho muñecos para obtenerlo.
—¿Cuánto?
—Cuatro dólares y solo tiene dos oportunidades.
Asentí y saqué los billetes y se los dejé en la mesa, me dió la escopeta y empecé a apuntar directo a los muñecos.
—Mierda —Murmuré.
Cr