Capítulo 41. Brillar aunque tiemble.
Ellen.
El murmullo del auditorio del hotel se colaba por las puertas cerradas como un susurro amenazante. Ellen ajustó el micrófono de solapa mientras su reflejo temblaba en el espejo del camerino. Las luces frías iluminaban su rostro perfectamente maquillado, pero nada podía ocultar la humedad en sus manos, ni el pequeño temblor en su abdomen.
Respiró profundo.
Aquella no era la primera vez que hablaba en público, pero sí la más importante. No solo por el contexto, ni por la magnitud del evento. Era porque esta vez, todos sabían quién era. O más bien, creían saberlo.
Muchos habían venido solo a verla. Algunos con admiración, otros con morbo. Algunos con ganas de aprender, otros simplemente para poder decir “yo estuve ahí cuando habló la ex de Derek Winston”. Y ese pensamiento la desestabilizaba más que cualquier otra cosa.
Se sujetó del borde del tocador y cerró los ojos.
No eres “la ex de nadie”, Ellen.
Eres una mujer que se ganó su lugar. Que trabajó, que luchó, que renunció y vol