Kim, había disfrutado mucho de los dos hombres de su vida. Tanto, que no había podido concentrarse mucho en su trabajo. Por lo que, tomó todo el trabajo retrasado y se marchó con su familia a su casa.
Con Asher bastante energético, saltando en las piernas de su padre, Kim negó y de su bolso, sacó una botella de agua que le dio a su esposo e hijo. Los cuales, escasamente bebieron.
— Realmente no entiendo como tiene tanta energía. — se queja Alessandro.
— Es un bebé. Un hermoso bebé que ya está por cumplir un año. Es evidente que no sólo va a estar durmiendo, sino que, va a tener mucha energía para jugar.
— No sé cómo mi madre le lleva el ritmo.
— Claramente, tiene más energía que nosotros — murmura Kim.
— Le pediré la receta secreta para poder estar a la altura. — comenta Alessandro abrazando a su hijo y moviéndose de un lado al otro con él.
La familia, llega a la casa y cuando está por subir, un auto se detiene, con Gabriela bajando del auto, claramente agotada.
— Buenas noches, fa