—Lo siento por asustarte... era solo una broma.
Paola suspiró aliviada, aunque su corazón seguía acelerado.
Dereck la miró intensamente mientras la mantenía cerca de él. Luego, con suavidad, colocó un dedo sobre sus labios.
—Tus labios son tan seductores. No me importaría besarlos por el resto de mi