—Si rasgarlo te hace más feliz, hazlo—, dijo Dereck con una sonrisa traviesa.
Paola, con las mejillas ruborizadas, bajó su pantalón lentamente, intentando mantener la calma. Paola tomó el gran pene sobre sus manos y comenzó a chupar mientras podía escuchar los gemidos de Dereck, quien le estaba pidi