—¿No se te ocurre nada más que estar acá mirándonos las cara?— Preguntó Raquel, mirando a Jude Haldorn que parecía estar sumergida en sus pensamientos.
—Es que no tengo idea de dónde puede estar mi hermana... ¿Se te ocurre algún sitio dónde se puede?
—No.
Raquel se levantó de esa silla de madera y fue a acostarse en el sofá cama que había en la sala. Le parecía sumamente cómodo y relajante y el techo sobre ella era de un color blanco en su totalidad.
—Llevo poco tiempo acá. No es de mi propiedad. Sin embargo, me he ido enamorando de los detalles de esta casa.
—Pero creo que tenemos que ir a la comisaría para ver si podemos averiguar algo sobre Clarisse Haldorn.— Raquel se levantó, —Tú tienes que venir conmigo.
—¿Qué?— Jude negó con la cabeza, —No me puedo aparecer así como así en la comisaría, ¿Qué tal si Clarisse está allí? ¿Cómo crees que va a reaccionar si me llega a ver?
—Tienes razón. Pero en algún momento ella te tendrá que ver directamente a la cara.
—Raquel, ve