Serafín le entregó el menú a Mariana y conversó con el camarero: —Es muy romántico y tiene buen gusto para elegir lugares.
—Sí, además, esta vez es la chica la que propone matrimonio al chico —reveló el camarero con seriedad a Serafín.
Serafín estaba sorprendido: —¿La chica propone matrimonio? ¿Tan valiente?
Cuando Mariana escuchó esto, levantó la cabeza y miró al camarero por un momento.
Resultó que era la chica quien proponía matrimonio.
Pero no fue sorprendente: los tiempos habían cambiado y muchas chicas valientes expresaban su amor abiertamente.
Todos habían aprendido a aceptar que si podían estar juntos, perfecto; de lo contrario, no tenía sentido insistir.
Mariana eligió su comida y dejó que Serafín hiciera su pedido.
—Trae lo mismo que ella —Serafín devolvió el menú al camarero con amabilidad—, gracias.
Mariana observó detenidamente a Serafín.
Realmente era bueno con todos. Su trato con el camarero también era tan amable.
Mariana bajó la cabeza y sacó su celular.
Aburrida, tomó