—¡Eres lo más bajo y despreciable! Lo del loto nevado ya pasó hace mucho tiempo, ¿por qué lo vuelves a sacar? ¿Sólo porque Walter se va a divorciar de ti y quieres vengarte de mí?
Ante las acusaciones, Mariana finalmente comprendió por qué Jimena había llegado tan enfadada a buscarla.
Resulta que pensaba que ella había filtrado esa información.
Mariana dejó escapar una risa despectiva y se levantó lentamente.
Al ver eso, Jimena estaba a punto de empujarla de nuevo, pero Mariana le apartó la mano con agilidad, haciendo que retrocediera unos pasos y casi se cayera.
Jimena la miró con incredulidad.
Mariana, por su parte, se arregló la ropa con elegancia, se acomodó el cabello y luego la miró, diciendo con calma: —No fui yo.
—¡No te hagas la inocente! Mariana, siempre actúas como si estuvieras por encima de todos, despreciando a los demás, pero en realidad, ¡tú eres la más despreciable de todas! —gritó Jimena señalándola, con los ojos rojos de ira.
Desde que estalló el asunto del loto neva