En el departamento de cardiología...
Mariana apenas abrió la puerta de la oficina cuando escuchó la queja aguda de Helena: —¡La familia López sí que se lució esta vez! Hace mucho dijeron a los medios que iban a regalar un loto nevado, ¡y resulta que era falso!
Otra doctora asintió, añadiendo: —¡Exacto! ¿No es esto el típico caso de dispararse en el pie?
En ese momento, Helena vio entrar a Mariana y rápidamente la llamó con la mano, preguntándole preocupada: —¿Ya estás bien? ¿Te dieron de alta?
Mariana asintió suavemente.
Helena se acercó y le indagó con curiosidad: —Por cierto, ¿cómo conseguiste el loto nevado?
Mariana se quedó perpleja por un momento, dudando sobre cómo responder.
¿Debería decirles que ella era Dios M y que podía conseguir lo que quisiera?
A la mitad de su vacilación, otra doctora soltó una risa y le dio un ligero empujón a Helena.
—¿Ya lo olvidaste? Ella es de la familia Chávez, una familia de médicos. ¿Qué hierba no pueden conseguir? Un loto nevado no es nada para e