Jimena se quedó paralizada, y no sabía qué decir.
—Señor Guzmán, bienvenido —Darina asintió con la cabeza.
La mirada de Walter se posó en Mariana, le sorprendió verla allí también.
¿Acaso ella también había venido a probarse un vestido para la fiesta del crucero?
Mariana simplemente lo miró sin saludarlo.
—¿Ya tomaron las medidas? —Walter se acercó y preguntó a Darina.
Darina sonrió y señaló el sofá a un lado, indicándoles que se sentaran a charlar.
Mientras caminaba, dijo: —Sí, ya he tomado las medidas de la señorita López y he definido el estilo que desea. Señor Guzmán, ¿su traje se coordinará con el de la señorita López?
Mariana se sentó en un sillón individual, cruzó las piernas con desenfado y se apoyó en el respaldo, enviando un mensaje de texto a Yolanda quejándose.
Mariana: [¡Qué mala suerte! Tengo que venir a encargar el vestido y me encuentro con el exmarido y la zorra. ¡Qué fastidio!]
Yolanda: [El mundo es muy pequeño. Que Dios los haga desaparecer.]
Mariana miró la pantalla