Ava no había participado en ninguna película en los últimos cinco años.
Tenía un contrato con el Imperio Knight, y ninguna otra compañía se atrevía a desafiar al Imperio Knight cuando evidentemente estaba marginando a Ava. O mejor dicho, Ava ni siquiera se atrevía a buscar trabajo para que la gente no se diera cuenta de que había perdido el apoyo del Imperio Knight. Podía chantajear a Sebastián en privado, pero no podía obligar a los fans a seguir apoyándola.
Si había algo más importante para ella que Sebastián, era su carrera.
Había tenido que acudir a La Dama de Hierro a espaldas de Jack Fuller y devolver la propiedad de la Casa Z para conseguir estar en esa película. ¡Sebastián no podía simplemente quitársela! ¡No así!
—¡No puedes! —Ava le gruñó a Sebastián—. ¡No puedes simplemente reemplazarme cuando el rodaje ha terminado! ¡Hice el trabajo! ¡Han estado promocionando la película durante meses! Tú...
—Sí, puedo. —Dijo Sebastián simplemente, manteniendo esa sonrisa educada que no ten