Cap 89. ¿Lista para perder otra vez?
El sol de Elyndor se refleja en los muros de piedra del castillo. Las flores de primavera llenan los jardines de color y aroma, y el canto de los pájaros marca el ritmo de la mañana. Es un día perfecto, uno de esos días que vale la pena disfrutar.
Amaris se despierta con la luz que entra por los ventanales altos de su habitación. Se estira despacio entre las sábanas suaves y, por un instante, se permite pensar que esa es su vida habitual: despertar en su hogar, en el palacio donde creció, rodeada del amor de su familia. No una estudiante en una tierra lejana, no una muchacha huyendo de un compromiso que no puede aceptar, sino simplemente… ella.
Lleva dos días en Elyndor y aunque su estancia es temporal, la felicidad que siente es tan intensa que teme acostumbrarse. Su madre la llena de mimos, su padre le trae fruta fresca a su habitación cada mañana, y su abuela le está tejiendo una nueva prenda para que se lleve a la universidad. Hasta los sirvientes del castillo parecen más alegres