Cap 13. Un juego peligroso
Eleonora lleva una semana escondiéndose de Alejandro. Se despierta tarde, se duerme temprano o al menos finge hacerlo. A veces, se encierra en la biblioteca o en los jardines traseros, lejos de los pasillos que él suele frecuentar. Ha perfeccionado el arte de la evasión, convirtiendo cada encuentro con él en un reto que logra sortear con astucia.
Pero Alejandro no es un hombre fácil de engañar. Ha notado cada uno de sus movimientos, cada excusa torpemente disfrazada, cada ausencia en los momentos en los que antes se cruzaban con naturalidad. Y aunque cualquier otro hombre podría haberse enfurecido, él lo ha tomado con diversión.
Sabe que su esposa no podrá esconderse toda la vida.
Así que, por el momento, la deja ganar.
Pero solo por ahora.
Esa tarde, Alejandro decide llegar temprano a la cena, algo poco habitual en él. Quiere sorprenderla, atraparla antes de que pueda huir otra vez.
Se sienta en la cabecera de la mesa con una expresión neutra mientras los sirvientes disponen los plat