Su sonrisa de burla no se hizo esperar y poco a poco se fue convirtiendo en una risa que termino con su cabeza en mi cuello.
-Muñequita....y yo solo te dispare, debería darme vergüenza como esposo-
-Me disparaste y me ocultaste el hecho de que teníamos una hija- agregue rodeándolo con mis brazos mientras le daba pequeños besos en su hombro subiendo lentamente hacia su cuello- No eres un mal esposo Grumpy, es solo que de los dos no hacemos uno como la gente-
-Podemos mejorar-
-Lo se, en verdad quiero mejorar o al menos ser un poco más normal-
-Eres normal mi amor-
-Hablo de ser normalmente aburrida, de esas personas a las que nada interesante les pasa y pueden vivir la vida de manera pacifica alejada de los problemas-
-No creo que podamos tener ese nivel de aburrimiento con la vida que tenemos mi amor-
-Eso también lo se, ¿Al menos podemos ser aburridos para nuestra hija?. No quiero que esos problemas le lleguen a ella-
-Los más aburridos del mundo mi amor-
-¿Vamos a ver si nuestra beb