Me sorprende que un alfa con tanto orgullo y cosas de las cuales alardear o aferrarse, pueda actuar de esta forma en algo que es muy importante y a la vez, vergonzoso.
— No menciones algo así, Lucifer, esto me da mucha vergüenza. — digo ruborizada.
— Bueno, la verdad es que no me da vergüenza, si no, felicidad porque tardé en tener relaciones sexuales, pero, lo hice con la mujer correcta.
— ¿Qué dices? — pregunto confundida.
— No estoy haciendo las cosas muy bien, eso es evidente. Pero, no voy a darme por vencido. Tenemos un largo camino que recorrer y mientras me perdonas, crearemos recuerdos agradables. — me dice él sonriéndome.
‘¿Por qué no se da por vencido de una vez por todas? Es tan molesto. Así hace las cosas difíciles para mí.’ Me digo mentalmente.
— Vete y deja de complicarnos la vida. Yo quiero esto, Lucifer. Quiero vivir lejos de ti, así no me aferro a un hombre lobo que encuentra como única solución a sus miedos, huir. — digo con molestia.
— Puedes enojarte como qu