Aunque debería escuchar cada uno de los puntos importantes a discutir, el hambre y frío me hacen hacer una señal de alto, porque primero son mis necesidades básicas y después huir.

— Tengo hambre, ¿podemos hablar de los detalles después? — pregunto curiosa.

— Claro, vamos ahora mismo. — dice Josh cargándome en sus brazos para caminar rápido hacia la casa que tanto me costó alejar de mí, pero, ahora aparece rápidamente frente a mí.

Porque aunque quiero quejarme porque me ha cargado, la realidad es que ya no puedo caminar un poco más, mi cuerpo ha llegado a su límite.

— Ya hemos llegado.

— ¿Hicieron comida?

— Claro que sí, solo nos queda calentarla. — dice Josh dejándome en la entrada de la cocina donde todo se ve caótico y muchos platos están cubiertos.

— Si