Se siente extraño y el miedo era una completa locura, porque la sensación era embriagante, como si lo peor de este mundo no fuera todo lo que he vivido, si no, lo que estoy por ver y eso, me angustia.

— No vengas a hacerte la víctima, Angela. Estamos hablando para que tú puedas hacer las cosas bien, para que los dos lo hagamos. Así que, no actúes como si fuera una maldita tragedia tener a nuestro hijo.

— Lo es, Lucifer. — digo en un susurro mientras mi vista vuelve a ser normal.

Son esas paredes que tanto miedo me causan, desaparecen para mostrarme las frívolas paredes del presente, en esas donde hay aun manchas de sangre de las muertes que han ocurrido aquí.

— ¿Por qué estás siendo tan cruel, Angela? Soy yo quien tiene el apodo de malvado, pero, eres tú quien está siendo una completa villana. — dice Lucifer herido.

— No, ahora no ac