Aunque nunca podría negarme a un momento de placer con mi esposo con el que he vivido muchas cosas, sé que no tenemos mucho tiempo y por eso, niego esforzándome en concentrarme para poder ser una buena estudiante aunque lo que me enseñan no es de mi agrado.

‘Las cosas estarán bien si pongo todo mi empeño para estar bien, después de todo, cada cosa que aprenda es por mi bien… para protegerme ahora y siempre que lo necesite.’ Me digo mentalmente.

— Lucifer, lo siento, yo no voy a volver a desconcentrarme. — le aseguro a Lucifer.

— Si quieres…

— No, debemos concentrarnos en las clases, esto es importante.

— Satisfacerte también lo es.

— Eres mi profesor, actúa como tal. — pido con seriedad como si no fuera yo la que más necesitara de su atención sexual.

Lucifer se rinde y continua con la explicación qu