Apenas he dormido un poco después de la agotadora sesión sexual, cuando Lucifer me despierta acariciando mi rostro. La forma en que lo hace, me hace sentir que es un magnífico día para despertarse y ser feliz.

‘No podría estar más feliz que ahora.’ Me digo mentalmente, pero, los disparos me hacen recordar donde me encuentro.

Por eso, me levanto abruptamente asustada ante el miedo de que ellos hayan encontrado la manera de entrar aquí y causarnos daño. Afortunadamente, ello no sucedió y por eso, puedo ver el pecho de Lucifer acercándose a mí para abrazarme.

— Tranquila, son los ruidos de afuera, parece que ya se despertaron para hacer su desmadre.

— Para quitar vidas. Parece que cualquier momento es importante para asesinar a alguien. — digo con molestia y más enojo me causa ver como Lucifer disfruta ser parte de una competencia tan primitiva y cruel.<