Capítulo 98
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Punto de vista de Violet
Me quedé allí sentada, en un silencio sofocante, observando la puerta por donde Antonio había desaparecido. La ira y la confusión dentro de mí bullían peligrosamente cerca de la superficie. Todo se sentía pesado, enredado: desde los secretos que me habían obligado a guardar, hasta las relaciones fracturadas que habían definido mi vida.
Hasta una hermana menor confundida a la que ni siquiera podía consolar.
Dalma seguía sentada frente a mí, silenciosa pero tensa, con las manos entrelazadas en el regazo.
¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que hablamos como hermanas? No como enemigas lanzándose pullas. La miré, esperando encontrar un destello de las antiguas nosotras: las que compartíamos secretos, nos reíamos de tonterías, olvidábamos el mundo en el que vivíamos y una vez fuimos el refugio la una de la otra.
Pero no quedaba nada de eso.
La mirada de Dalma estaba fija en el suelo, y pude ver el temblor en sus hombros, la forma en q