Me quedé mirando la pantalla del portátil; el brillo proyectaba suaves sombras sobre mi rostro mientras navegaba por la página web de la universidad.
Mis dedos titubearon sobre el teclado; el cursor se detuvo sobre un espacio libre para un curso que me había llamado la atención. Era casi demasiado perfecto, la coincidencia con la fecha en que habría dado a luz era exacta.
Un nuevo comienzo, algo que podía considerar mío: una vida que no tuviera nada que ver con la mafia, con la sangre, con la muerte.
El curso era de Escritura Creativa, algo que siempre había soñado con estudiar.
Un mundo donde las palabras se convertían en historias, un lugar donde podía escapar y crear algo hermoso, algo muy alejado de la oscuridad que me rodeaba.
Escribir siempre había sido mi pasión secreta, un pequeño destello de esperanza que había sobrevivido al caos de mi vida. Escape o realidad. Empezó cuando era pequeña, cuando no quería oír hablar de mi padre.
Casi podía verme allí, en los rincones tranquilo