。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
Me quedé inmóvil por un instante, como si el tiempo hubiera decidido detenerse solo para mí. Mis manos descansaban sobre la servilleta en mi regazo, y mis ojos parecían anclados en ella, incapaces de mirar a otra parte. La voz de Connor aún resonaba en mis oídos, cálida y firme, un ancla que parecía querer sostenerme, protegerme… y, al mismo tiempo, desbordarme.
Vivir juntos. Compartir un hogar. La idea, que en otra vida habría despertado una sonrisa ligera y feliz, ahora me hacía sentir un vértigo que me helaba la sangre. Mi corazón latía con fuerza, una mezcla de esperanza y miedo, como un tambor que marcara los compases de un futuro incierto. Connor me ofrecía todo: seguridad, compañía, un lugar donde sentirnos protegidos. Pero mi