El enfermero y Anais mantenían su conversación ignorando sin querer a Tom. El trato cercano y afable del profesional tenía al futbolista hirviendo de celos.
- " No debería sentirme tan contrariado por esto, estamos divorciados, debo ocultar mi malestar"- apretaba el puño para calmarse y mantener una expresión calmada. Decidió tomar asiento y escuchar la conversación.
- Pero eran pasadas las siete de la tarde…¿ qué hacías Adam?- se veía preocupada por él.
- Solucionaba asuntos administrativos.- contestó relajado
- Siento el trabajo que les di- se sonrojó
- Sólo hacemos nuestra labor.- le sonrío- Me alegra que estés bien.
La apariencia rígida y desconfiada de Anais desaparecía cuando veía a ese hombre. - " ¿ quizás fueron novios?"- se preguntaba Tom, no conseguiría nada quedándose, sólo alargarse más, era mejor retirarse.
- Anais, deseo tu pronta recuperación, vend